Gerardo Coronado
Apenas iniciado el día 26 de noviembre del 1987, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, nació nuestro hermano Gerardo Coronado Flores. Proveniente en un hogar cristiano, siempre tuvo contacto con la Palabra de Dios e, instruido por sus padres, conoció que la vida cerca del Señor es el todo del hombre. Por la gran cantidad de iglesias bautistas del Compañerismo en Monterrey, nuestro hermano siempre se mantuvo en contacto con hermanos, pastores y la obra de Dios.
Fue así que desde los nueve años comenzó a asistir a los campamentos juveniles. Es entonces que, en el año de 1999, en un campamento, a los once años de edad y predicando el pastor Ángel Zapata, Gerardo escuchó la clara voz de Dios llamándole a entregar su vida por completo para la obra a la que Dios lo quería. Teniendo siempre en cuenta su llamado, y escuchando las narraciones de su madre, que le decía que lo había entregado a Dios al momento de darlo a luz, comenzó a servir en su iglesia madre fungiendo como líder de jóvenes, maestro y predicador. Pero Dios pedía algo más de él.
Corriendo el año del 2010, el Señor lo llamó a finalmente dejar su tierra y su parentela y la casa de su padre e ir a la tierra de Querétaro para prepararse en su servicio a Dios. Habiendo terminado la carrera de psicología en la UANL, el día 22 de agosto comenzó a residir en dicha ciudad ingresando al Instituto Bautista Bíblico Betel de Querétaro. Él dice que las cosas no fueron fáciles en aquellos días, pero que Dios lo consoló y siempre estuvo a su lado para fortalecerlo. Al término de los tres años, Dios le permitió graduarse del Instituto y continuar sirviendo en esta Iglesia en ministerios como Evangelismo y Educación Cristiana.
Fue en el transcurso de su formación en el Instituto y de su convivencia en la iglesia, donde conoció a la señorita Dinah Yael Velázquez Gálvez, con quien comenzaría un bello noviazgo y con quien después contraería matrimonio, en 2014. Así fue que ambos unieron sus vidas para seguir sirviendo al Señor, siempre pensando para el futuro en la obra a que Dios los había llamado.
No obstante, graduado del Instituto, el hermano Gerardo sentía en su corazón una carga cada vez más grande por la obra de Dios y una necesidad de seguirse capacitando. Fue así que el 19 de abril de 2015 entró al programa de pastores auxiliares bajo entrenamiento, en el cual hoy día se desenvuelve con el apoyo de su esposa.
Por la gracia de Dios, nuestro hermano Gerardo tiene un llamado a predicar las Buenas Nuevas al pueblo de Israel, llamado que ha ido madurando con el paso de los años. Hoy día sigue capacitándose para esta labor e incluso Dios le ha permitido entrar en contacto con algunos judíos y conocer la tierra de Israel. También por la gracia de Dios, ha podido profundizar y aprender los idiomas originales de la Biblia, que son el hebreo y el griego, con el fin de presentar mejor el evangelio al pueblo judío.
Con un corazón cada vez más cargado por aquellos a quienes primero les llegó el evangelio, nuestro hermano sigue orando por el momento en que Dios lo llame a entregarse de lleno a la predicación al pueblo de Israel, sin nunca olvidar a los gentiles.
