Autor: Enoch Gutiérrez Lozano, pastor asistente de la “Iglesia Bautista Bíblica Betel de Querétaro”.
Fuente: “MANUAL DEL ALUMNO, Clase de Fundamentos. Ministerio Formación de Discípulos de la Iglesia Bautista Bíblica Betel de Querétaro A.R. ”. 2003 Todos los Derechos Reservados.
Introducción:
La biblia contiene la mente de Dios, el estado del hombre, el único camino de salvación, la condenación de los pecadores y la felicidad de los creyentes. Sus doctrinas son santas, sus preceptos son comprometidos, sus historias son verdaderas y sus desiciones son inmutables. Léala para ser sabio, créala para ser salvo y practíquela para ser santo. Contiene luz para guiarle, alimento para sostenerlo y consuelo para alentarlo.
Es el mapa del viajero, el cayado del peregrino, la brújula del piloto, la espada del soldado y el itinerario del cristiano. En ella se restablece el Paraíso y las puertas del infierno son reveladas.
Cristo es su gran tema, nuestro bien su diseño y la gloria de Dios su finalidad. Debe llenar la memoria, gobernar el corazón y guiar los pies. Léala lentamente, frecuentemente y en oración. Es una mina de riqueza, un paraíso de gloria y un río de placer. Es dada a Usted en vida, será abierta en el juicio y recordada para siempre. Ella encierra la responsabilidad más alta, la recompensa a la labor más grande y con base en ella se juzgará y condenará a todos los que menosprecian su contenido sagrado.
1. ¿Qué es la Biblia?
A. Es la Revelación divina.
Una de las razones por las que Dios creó al ser humano fue para tener comunión estrecha con Él.Antes de que el hombre cayera en pecado, Dios mismo convivía con el hombre en el huerto del Edén; el hombre veía su rostro, hablaba con Él; mantenía una estrecha relación y el hombre descubría cada vez más quién era el Dios que lo había creado. Sin embargo, cuando el hombre escogió desobedecer a Dios y pecar, aquella estrecha comunión se perdió, no era posible para el hombre pecador volver a estar en comunión con un Dios santo.
Desde entonces, la humanidad perdió toda oportunidad de conocer con claridad y certeza quién era y cómo era el Dios que le había dado la vida, y aún más, el hombre quedó sin saber lo que su amoroso Creador quería para su vida. El hombre por sí solo no puede conocer quién y cómo es Dios, ni lo que Él desea para la humanidad, porque una mente finita no puede escudriñar lo infinito; a menos que, el Dios eterno se dé a conocer (se revele) al hombre. Es precisamente esto lo que Dios ha hecho, Él se ha revelado a la humanidad a través de tres fuentes preciosas: La creación, Jesucristo y la Biblia.
Continuará...
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