Autor: Enoch Gutiérrez Lozano, pastor asistente de la “Iglesia Bautista Bíblica Betel de Querétaro”.
Fuente: “MANUAL DEL ALUMNO, Clase de Fundamentos. Ministerio Formación de Discípulos de la Iglesia Bautista Bíblica Betel de Querétaro A.R. ”. 2003 Todos los Derechos Reservados.
Introducción:
Los problemas son parte de la vida, nos equivocamos cuando esperamos que la vida sea como quisiéramos que fuera, una vida color de rosa, sin problemas, donde todo fuera positivo y bueno, donde recibiéramos siempre la retribución justa del bien que hacemos, donde nunca abusaran de nosotros, nos criticaran, nos maltrataran o nos incomprendieran. Pero esto no existe , vivimos en un mundo real no ideal, un mundo donde hay muchas cosas fuera de nuestro control, comenzando con las personas que están cerca de nosotros. La vida es tal que, por más que queramos controlar lo que sucede a nuestro alrededor para que las cosas se den como queremos, siempre habrá situaciones que se saldrán de nuestro cause y nos provocarán dolor.
Por esto, yerran aquellos que se echan a cuestas la abrumadora responsabilidad de hacer de su mundo un lugar “ideal”, “perfecto”. Hacer esto es llevar una responsabilidad que no debemos llevar y exponernos a vivir desilusionados, frustrados y sintiéndonos fracasados cuando nuestro “mundo ideal” se venga abajo, pues hay problemas que ni siquiera podemos prever. Además, hay quienes viven en la continua ansiedad, zozobra y temor de esperar el momento del siguiente problema que los sacará d la estabilidad que han logrado forjar e intentan mantenerla huyendo de los problemas, evadiéndolos e incluso pagando el precio de hacer cosas malas con tal de “calmar” la situación. Otros, llegan al extremo de exigir que quienes les rodean hagan lo que quieren y se comparten como ellos quieren, tratando de ejercer un control sobre los demás “para su bien”: pero esto lo hacen no para buscar el bienestar de los suyos, sino su propio bienestar egoísta…
Gracias a los principios de la Biblia, podemos vivir nuestra realidad con equilibrio, y estar preparados para cuando venga la adversidad, descubriendo en ella un propósito que siempre será de beneficio para nuestra vida y la ayuda de un Padre celestial que nos ama profundamente, quien siempre estará ahí para sostenernos, pues Él lo ha prometido.
“No temas porque yo estoy contigo, no desmayes porque yo soy tu Dios que te esfuerzo, siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”
(Is 41:10)
“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”
(Sal 46:1).
Continuará...
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Es indudable que todos los seres humanos, cristianos y no creyentes, en algún momento de sus vidas de manera inevitable han atravesado en el pasado, o están viviendo en el presente, algún tipo de situación dolorosa. Es precisamente en medio de estos eventos que Dios quiere darle a conocer a todos los seres humanos que él está dispuesto a darnos su amor y consolación, por su gracia e infinita misericordia. Le invitamos atentamente a ver completo este mensaje predicado en nuestra iglesia; y es nuestro anhelo que usted encuentre en la Palabra de Dios la fortaleza y esperanza que Dios desea darle. Dios le bendiga.